ASOCIACIÓN ASTURIANA DE AMIGOS DE LA NATURALEZA (ANA)

La Asociación La Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza (ANA) es la decana de las organizaciones ecologistas asturianas y una de las primeras fundadas en España, donde las primeras instituciones relacionadas con el ecologismo no surgen hasta bien entrado en año 1968. Se formó en el año 1971 y dentro de los cánones del agitado mundo del ecologismo asturiano se considera una de las organizaciones más estables de todas las que lo conforman. De hecho no surgen nuevos colectivos ecologistas hasta los años 1977 y 1978 en que surgen en Avilés, Gijón y Mieres. En 1978 se intentó una primera experiencia de coordinación entres las seis organizaciones ecologistas asturianas de la época y se fundó la denominada Coordinadora Ecologista Astur, pero tuvo una vida breve. La tónica general del conservacionismo en la región en las décadas de los ochenta y noventa es la fragmentación del movimiento en multitud de grupos -muchos de vida efimera- a menudo enfrentados entre sí por motivos ideológicos o personales y carentes de voluntad de colaboración o coordinación en sus actividades.

Se trata de un fondo generado por acumulación que se conserva íntegro por razones circunstanciales relacionadas con el hecho de contar con un espacio donde almacenar el material. A diferencia de otras organizaciones y colectivos ecologistas con menos medios, ANA dispone de un piso en Oviedo en régimen de alquiler, de unos sesenta metros cuadrados, que les sirve de local de reuniones y centro de operaciones, y en el que han reservado un cuarto de unos seis metros para el almacenamiento de documentos y materiales de trabajo. La Asociación celebra en el una reunión periódica todos los miércoles a partir de las 8 de la tarde, el resto de la semana la presencia de socios en el domicilio social es errática, siempre después de esa hora y si no lo impiden las actividades puntuales de cada colaborador. Todas las actividades de la Asociación, incluidas las de carácter administrativo, son voluntarias y se ejecutan en función de las disponibilidades personales de los colaboradores o de su buen hacer y entender, y eso explica el estado en que se encuentran los fondos documentales de ANA. La gestión documental y la actividad administrativa de la Asociación, que es escasísima, están encomendadas a la Secretaria y en esta tarea recibe la colaboración puntual de otros socios para sacar adelante el papeleo del día a día, que consiste, básicamente, en el registro y almacenamiento de la correspondencia, el cobro de cuotas, gestión de aportaciones y pago de facturas. El resto de las actividades de ANA genera abundantes fondos documentales en las tipologías de informes, estudios y dossieres, cada asociado activo asume parcelas de trabajo en materia medioambiental y elabora documentos que se guardan en los armarios del local hasta que pierden vigencia y pasan al cuarto anexo.

Transferencia

No han sufrido pérdidas documentales desde el inicio de sus actividades, por lo que su fondo documental puede calificarse de muy importante para el estudio del movimiento ecologista asturiano o, al menos, de una de sus líneas de trabajo más duraderas. Las tipologías más significativas son los tres libros de actas de la entidad (1971-1998), dos libros registros de correspondencia (1980-1998), el registro de socios (1971-1998) y las fichas de los mismos, unas 2.048 aproximadamente. Guardan medio centenar de cajas y archivadores con correspondencia (1971-1998) y un par de metros lineales de materiales contables, casi todos muy recientes con la excepción de algún diario o libro de caja de los años 70. La parte más interesante del fondo son sus dosieres y carpetas temáticas relativas a sus campañas e intervenciones, un conjunto diverso formado por cerca de setenta cajas y archivadores con informes, estudios de impacto ambiental, memorias de trabajo y denuncias entre los que abundan los materiales gráficos y que permiten conocer a fondo el desarrollo de sus actividades desde 1971. La redacción y gestión de su boletín ("Asturnatura") aporta otros cuatro o cinco metros lineales de documentación desde 1990 hasta 1998.

Su sistema de selección y eliminación es simple, mientras los documentos son de alguna utilidad se conservan, bajo la responsabilidad de la persona que los generó, bien a mano en los despachos o en los domicilios particulares del colaborador, después se eliminan o se conservan en un depósito común dependiendo de la trascendencia que los responsables asignen a cada campaña.

El fondo carece de organización alguna.

Libre, con cita previa y en las condiciones de horario y disponibilidades personales de la Asociación.

Buen estado de conservación.

No disponen de inventarios ni relaciones de fondos.

Ángel Argüelles Crespo

12 / 1998