FÁBRICA DE LOZA DE SAN CLAUDIO S.A. SOCIEDAD SENÉN CEÑAL Y COMPAÑÍA

En 1901 un grupo de propietarios, comerciantes y banqueros ovetenses agrupados en torno a Senén María Ceñal y Vigil-Escalera (1858-1942) fundan una fábrica de loza en la parroquia de San Claudio (Oviedo) denominada Sociedad Senén Ceñal y Compañía, núcleo de la fábrica actual. Con un mercado muy extenso tanto en el norte de España como en las colonias asturianas repartidas por Iberoamérica, la nueva fábrica trabajó sobre todo la loza blanca y estampada -tanto con aerografías como con calcomanías- con notables niveles de calidad hasta que la I Guerra Mundial cortó los suministros de materias primas extranjeras. En 1920, el industrial ovetense José Fuente y Díaz Estébanez (1883-1938) compra la fábrica y emprende su modernización ya bajo la denominación actual "Fábrica de Loza de San Claudio". A partir de los años 70, la gravedad del declive industrial asturiano repercutirá en la empresa que pasará por sucesivas fases de crisis.

Depositado por el administrador concursal, previo dictamen del Consejo de Patrimonio.

No existe documentación anterior a 1908. El documento más antiguo es un registro de personal de 1908, Entre la documentación, destacan 71 bocetos, la mayor parte de los están sin fechar y los que están datados son del periodo comprendido entre 1963 y 2005 y 117 libros copiadores de cartas fechados entre 1940 y 1972 y licencias de importación desde 1950 a 1977. En relación con la documentación de carácter patrimonial y societario, se conservan resúmenes de actas del consejo de administración de los años 1926 y 27 y 3 libros que contienen actas desde 1936 a 1960, 53 escrituras, relaciones de accionistas y matrices de acciones. En cuanto a la producción documental de los órganos de dirección destaca la serie de dosieres, carpetas temáticas, sobre asuntos diversos, fechados entre 1935 y 1987. El resto de la documentación corresponde a series de contabilidad, en su mayor parte, de control de producción, comercialización y gestión de personal fechadas entre los años 60 a 80.. Se conservan también otros materiales de interés como piezas de loza, calcomanías, moldes, piezas sin terminar ( en bizcocho), soportes de refractario .

Se ignoran las circunstancias en que se han producido la pérdida de la documentación histórica, carcen de políticas concretas de selección y expurgo.

El desorden de los materiales es absoluto y la precariedad del altillo donde guardan los materiales hacen que los trabajadores de administración de esta empresa eviten acceder al mismo. Conservan una cierta ordenación, en origen, sobre todo la correspondencia más reciente y los materiales de gestión del personal.